Todo empezó en verano de 2020, en pleno Sitges y justo después del confinamiento.
Éramos cuatro amigos que, sin tener mucha idea de vóley, buscábamos simplemente una forma de estar al aire libre, movernos un poco y desconectar en la playa. Lo que empezó como unos toques improvisados se convirtió en una afición real, casi sin darnos cuenta.
A medida que pasaban los días, más gente se unía, conocimos a nuevos jugadores, compartimos risas, piques sanos y atardeceres frente al mar. La comunidad fue creciendo de forma natural, con buen rollo, sin pretensiones… hasta que en septiembre de ese mismo año organizamos nuestro primer torneo oficial. Éramos pocos, pero nos bastó para saber que esto iba en serio.
Desde entonces, hemos montado ya 7 torneos, cada vez con más nivel, más participación y más ganas.
Beach Volley Sitges no es solo vóley. Es comunidad, es sol, es arena, es música, es amistad.
Es ese lugar donde puedes venir sin conocer a nadie… y acabar volviendo cada semana.